Las condiciones de compra o contratación de nuestras tiendas online se constituyen un aspecto básico de la regulación de nuestra actividad, para su configuración vamos a tener presentes obligaciones legales que no podremos obviar, pero también dispondremos de un amplio margen para establecer nuestras propias reglas. Cada actividad es genuina y, aunque pueda parecerse mucho a otra, no tiene por qué ser igual, es más, diría que no tiene que ser igual a otras ya que perdería mucho de su valor diferencial en el mercado.
9 puntos imprescindibles en unas buenas condiciones de compra de un e-commerce
Primero. – Identificar al vendedor e identificar la actividad que desarrollamos. Lo primero no es más que una reiteración del aviso legal y con ello, damos cumplimentación a las exigencias de la Ley de Comercio Electrónico (LSSI-CE). Identificar la actividad, viene a incorporarse al objeto del contrato que se materializa en cada una de las ventas que realicemos, contrato este que se formula bajo las premisas de las condiciones generales de contratación, que es la figura jurídica a emplear en la práctica totalidad de las transacciones en Internet.
Segundo. – Tendremos que referirnos a: cómo exponemos nuestra oferta en la tienda: si incluimos el IVA o no y otros posibles impuestos, si se trata de ofertas promocionales, si la imagen que exponemos se corresponde plenamente con el producto que representa o puede suponer modificaciones, si la información es la originaria del fabricante o se trata de valoraciones de terceros, … y así todo aquello que los productos o servicios ofertados requiera.
Tercero. – El sistema y ámbito de venta que empleamos: carrito, correo electrónico, cierre mixto. Señalar si vendemos a todo el territorio nacional o lo limitamos, indicar si comercializamos a todas partes del mundo o limitamos el área geográfica.
Cuarto. – El transporte. Identificaremos los destinos (en el punto anterior), sus posibles costes o procedimiento para valorar el coste, el operador o posibles operadores con los que trabajamos. Las distintas formas de envío que podemos ofrecer. Los plazos aproximados de llegada de los envíos.
Quinto. – Los derechos y, también las obligaciones que afectan al comprador. Derechos a recibir una información veraz, a conocer previamente a su compra el procedimiento de la misma, entre otras. Y obligaciones de aportar también una información veraz y ser diligentes en la conservación de las claves de acceso a nuestro e-commerce.
Sexto. – Mucho cuidado debemos tener con todo lo relativo a la petición de devoluciones y ejercicio del derecho de desistimiento, junto su procedimiento, plazos y requisitos
Séptimo. – Determinar e informar cómo, en caso de necesidad, va a ser el proceso de tramitación de garantías derivadas de productos que presentan inconformidades.
Octavo. – Las formas de pago que ofrecemos y como funcionan, principalmente, todo lo relativo a su seguridad.
Noveno. – Todo lo que requieran los productos o servicios que comercialicemos. Bien sea por sus características específicas, su especial cuidado, destino y limitaciones.
Señalo los puntos que no deben faltar en unas buenas condiciones de compra, pero recalco que es aquí donde cada negocio, cada actividad de venta a través de Internet puede y debe diferenciarse. La legislación marca unos mínimos a seguir, a partir de los cuales podemos construir nuestra propia identidad. El derecho también puede enfocarse como una herramienta de marketing, del análisis de las capacidades de la competencia y del entorno del mercado, podemos posicionarnos con una estructura que aporte valores diferenciales.
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